Pasteles de Belém

Esta receta hace tiempo que la tenía preparada, pero aún no había encontrado el momento de publicarla, pero como se acerca el fin de semana he pensado que os puede venir bien, sobretodo si teneis visita a la hora del café, porque os aseguro que se enamorarán de estos pastelitos.

Los Pasteles de Belém son unos pasteles elaborados con una crema de yema y nata que hace que sean super cremosos, son unos pasteles portugueses, y si los mios quedaron ricos, los originales tienen que estar de muerte. 

Tengo que decir que yo no conocía estos pasteles hasta que los vi en un blog estupendo, cocidito de mi vida, así que le tengo que dar las gracias a Mavi por publicarla. 

Espero que los probeis porque están riquísimos.

Ingredientes:

• 4 yemas
• 150 gr de azúzar
• 4 cucharaditas de maizena
• 100 ml de nata
• 200 ml de leche
• Un chorrito de esencia de vainilla
• 1 plancha de hojaldre 
• Para decorar: azúcar glas, canela.

Así lo hago yo:

Preparamos la crema:

• En un bol mezclamos las yemas y el azúcar, añadimos la maizena poco a poco hasta que quede bien integrada, y a continuación la leche.
• Pasamos esta crema a un cazo y lo ponemos a calentar. Removemos  constantemente y a fuego bajo, hasta que la crema tome la consistencia deseada. Retiramos del fuego.
• Una vez retirado del fuego añadimos la esencia de vainilla y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
• Cuando la crema se haya enfriado añadimos la nata y mezclamos. Reservamos.
• Precalentamos el horno a 200º, y mientras preparamos el hojaldre.

Preparamos el hojaldre y montamos los pastelitos:

• Extendemos la masa de hojaldre y cortamos circulos de tamaño un poco mayor que la base de los moldes que vayamos a utilizar. Los vamos disponiendo en el fondo de nuestros moldes (yo he utilizado flaneras de aluminio desechables), haciendo que el hojaldre suba un poco por las paredes.
• Vertemos la crema sobre el hojaldre, no los lleneis mucho porque la crema sube. Ponemos todos los moldes en la bandeja y horneamos durante 15-20 minutos, hasta que queden un poco doraditos.
• Desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glas y un poquito de canela. Y listo, seguro que os comeréis unos cuantos.